Dirección:
Almonte (Huelva)
Disponibilidad completa:
E-mail: buenanueva@hotmail.es

Presentación del caso a algunos medios de comunicación con algunas cartas al presidente de la C.E.E y Obispo ordinario de Huelva.
A la atención de:
…
Les escribo para presentarles un caso de suma trascendencia. He tenido la ocasión de introducir una reclamación que previamente constituía en el Blog que administro personalmente una denuncia ciudadana por acoso, persecución y presunto delito de corrupción de menores por parte de la máxima autoridad que en este caso es el Ayto. de Almonte.
Creo que desde que llevo publicando denuncias de injusticias y posibles causas de corrupción en este municipio por parte de las autoridades civiles y eclesiásticas, esta publicación es la mayor trascendencia hasta la fecha presente. Por esta razón les ruego un posible compromiso para que al menos puedan leerla entera y como he sido censurado y cancelado por multitud de grupos «cristianos» en Facebook, me gustaría contar en este caso con vuestro apoyo para que puedan compartir esta noticia con todas las personas posibles.
El Papa Francisco que en gloria este, nos dio un mensaje que movió los cimientos de la Iglesia y de este mundo: «Por favor, muévanse, hagan lío. Que me perdonen los obispos y los curas, si alguno después les arma lío a ustedes, pero es el consejo. Gracias por lo que puedan hacer».
¡¡Debemos de alzar ya la voz con respecto, educación y delicadeza ante tanta injusticia y corrupción!! !!!Viva Cristo Rey y arriba España!!!
NOTA: Los siguientes correos electrónicos me han servido a modo de preámbulo para presentarle esta noticia que pueden conocer en este enlace, aunque como podrán imaginar por desgracia los obispos de la Conferencia Episcopal Española (C.E.E) callan como perros mudos. Espero que les pueda ayudar también a ustedes estas cartas para que pueda comprender la trascendencia del propósito que deberíamos de perseguir todos los ciudadanos que somos honrados.
De: Jesús del Pino Marín
Enviado: viernes, 24 de octubre de 2025 10:31
Para: iev@archivalladolid.org <iev@archivalladolid.org>
Asunto: Aviso URGENTE para Monseñor.
Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Luis Javier Argüello García.
Es un gusto poder saludarle para presentarle un mensaje de suma trascendencia que reflejan hechos gravísimos por parte de ciertas autoridades civiles e incluso eclesiásticas.
Antes de hacerle esta breve introducción para presentarle la carta que he mandado esta mañana al obispo ordinario de mi diócesis de Huelva, permítame que me presente tal como lo hace san Pablo en una de sus Cartas ¡Ojalá me toleraseis un poco de locura! Sí, toleradme (2 Co. 11,1).
La necesidad de comunicarme con Ud. me urge, ya que, por desgracia, por esta condición semejante que tuvo nuestro Apóstol, Mons. Santiago Gómez Sierra no tiene deseo de que podamos ni tan siquiera conocernos en persona en un intento reiterado de casi tres años.
Con independencia a los hechos graves que se denuncian en el Blog que administro personalmente, ayer mismo efectué de forma administrativa una reclamación al Ayto. de Almonte (Huelva), podría parecerle que esto no va con Ud. que gobierna en otra diócesis diferente. Sin embargo, considero que es de sumo interés que pueda leer con atención esta denuncia que si Dios quiere pronto pondré en manos de mi abogado para poder comenzar a hacer los trámites legales para que al menos las personas comprometidas con nuestra fe podamos tener derechos de poder elevar nuestro tono de voz sin que nos aplique ningún tipo de sanción.
Quizá ahora esto no le parezca importante, pero créame que, si lo es, ya que, si no comenzamos a alzar nuestras voces para denunciar las injusticias y posibles casos de corrupción con independencia a las posibles consecuencias que podamos tener, más difícil será que podamos alcanzar lo antes posible la plena manifestación de los hijos de Dios (Rom. 8,19-22).
Antes de nada, quiero que sepa que he colgado en esta página un fichero de audio muy comprometido. El lugar, la persona y las circunstancias son públicas y creo que tengo el deber de publicarlo para que pueda conocerse la verdad. Aunque si alguien estuviese dispuesto a denunciarme por transgredir la Ley de Protección de Datos estoy dispuesto hacer frente a lo que haga falta con tal de no ser reideramente privado injustamente de mi libertad y seguir permitiendo que me perjudiquen aún más mi salud con drogas sintéticas de laboratorio.
Sin ánimo de hacer mayor preámbulo le dejo a continuación con la carta que he dirigido a mi obispo.
De: Jesús del Pino Marín <buenanueva@hotmail.es>
Enviado: viernes, 24 de octubre de 2025 8:43
Para: canciller@diocesisdehuelva.es <canciller@diocesisdehuelva.es>
Asunto: Aviso urgente para Mons. Santiago Gómez Sierra.
Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Santiago Gómez Sierra.
Es un gusto poder volver a saludarle y aunque me lleva ignorando casi tres años y no quiere permitir tener una audiencia conmigo para al menos conocernos en persona, debe de saber cómo ya le he dicho en otras ocasiones que estoy a su servicio.
Le escribo de nuevo porque me encuentro en una situación muy grave que en vista de que creo que me va a seguir ignorando, voy a aprovechar a mandarle esta carta por medios electrónicos a prácticamente todos sus hermanos en el episcopado en España. Con esto le doy una idea de lo grave que es la situación.
En primer lugar, le adjunto a este correo certificado una reclamación que he podido introducir en la ventanilla telemática del Ayto. de Almonte con el fin de informarles en primera instancia sobre el acoso y persecución que padezco y por un presunto delito de corrupción de menores.
Con respecto al acoso y persecución de las autoridades civiles e incluso eclesiales sabemos tanto Ud. como este servidor que le escribe que está debidamente informado y lo puedo demostrar por todos los resguardos de burofax y correos certificados con acuse de recibo que hasta la fecha le he enviado. Y con respecto al presunto delito de corrupción de menores ha sido en un principio una denuncia ciudadana que pude hacer previamente en mi Blog personal que tras una necesaria revisión he podido introducir como instancia general en dicha ventanilla telemática. Dicho presunto delito por corrupción de menores tiene relación con la venta prohibida de alcohol a menores en este municipio, siendo este un hecho que por posibles conflictos de intereses las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y otros organismos de control parecen omitir por razones que a priori desconocemos.
También hago constar que se me está aplicando la “ley del embudo”, cuando en este caso particular descaradamente favorecen a las mayorías y discriminan a un resto. La denuncia de esta injusticia y falta de equidad se hace evidente por el simple hecho de que en este caso controlan bajo un riguroso acoso y persecución mi tono de voz por una causa noble y por otro lado en el nombre del desorden y del vicio dichas autoridades no se molestan ni tan siquiera en medir los niveles sonoros de dichas actividades presuntamente ilícitas, ni tampoco en controlar o denunciar como en este caso lo hago personalmente en esta reclamación el consumo de alcohol de los menores.
Con respecto al aspecto sobre la posibilidad de poder elevar nuestro tono de voz es la novedad de mayor trascendencia, puesto que esta es una de las mayores claves del debilitamiento del cristianismo. No podemos demonizar el avance de la técnica, aunque este progreso ha oprimido a la sociedad hasta niveles extremos, cuando no podemos manifestarnos de esta forma natural, tal como nos marca la tradición verdadera del catolicismo, pues todos los siglos anteriores y posteriores al cristianismo es como se han manifestado ardientemente tanto predicadores como profetas. Esto significa que, si queremos volver a evangelizar con libertad las plazas de los pueblos de todas las naciones, los sacerdotes deberían de abandonar en lo posible los cómodos medios de la megafonía.
Posiblemente pensará ahora que según las ordenanzas municipales regulan que no podemos “gritar” o “vociferar”, aunque si Dios quiere esto en un futuro próximo no será un problema ya que podemos demostrar en los tribunales que poder elevar el tono de voz también forma parte de nuestro derecho de libertad de expresión recogido en nuestra Carta Magna, forma parte además de la tradición católica y para mayor inri también podemos demostrar de una forma sencilla que es un derecho natural. Es determinante hacer un esfuerzo en elevar nuestras voces ya que es de esta manera natural como debemos de denunciar las injusticias y posibles casos de corrupción, pues no debemos de esperar a los largos procedimientos judiciales que en el fondo interesa tener retenidos el propio Estado para que no les llegue a ellos el agua al cuello.
Siguiendo el hilo del deber de elevar nuestro tono de voz siempre con respeto, educación y siendo muy delicados ayer día 23 de octubre del presente año tuve por desgracia un diálogo acalorado por parte del párroco de Almonte, que como sabe es su vicario episcopal D. Francisco Miguel Valencia Bando. Como bien sabe hasta ahora por tener este servidor la etiqueta social de “enfermo mental” o “loco” estas autoridades se han aprovechado de esta circunstancia para quitarme del medio a través de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los servicios sanitarios para ingresarme de forma reiterada e injusta en el psiquiátrico del H.J.R.J de Huelva. En esta ocasión me voy a ceñir a explicarle el contexto de la grabación que también enviaré por si les interesa conocer en detalle estos hechos gravísimos a sus hermanos en el episcopado.
Cabe decir antes que estos sacerdotes evitan conmigo todo lo posible el diálogo en privado, sin embargo, parece que son muy imprudentes cuando me reprenden delante de otras muchas personas como sucedió ayer después de la Santa Misa. Como digo, después de la Santa Misa fue cuando sucedieron estos hechos graves y son verdaderamente graves porque este sacerdote además de tratar de tergiversar la realidad a su parecer confunde “mandar” con “imponerse”. Todo esto es un error gravísimo, pues en su notorio orgullo ciego como vicario episcopal, párroco y director espiritual del Santuario del Rocío, no debería de perder nunca su noción como sacerdote y primeramente como cristiano y en este rol que tenemos todos los bautizados, no estamos en esta vida para “mandar” y mucho menos para “imponernos”, sino más bien para servir.
Se despide atentamente de nuevo con un saludo sincero de paz y de amor:
Jesús del Pino Marín
Fdo.: En Almonte a 24 de octubre de 2025